
Fuimos nosotros cinco y una pareja de Barcelona que estaba alojada en otras cabinas del pueblo.
Una vez sacadas las correspondientes entradas al Parque, empezamos el recorrido por los canales del río Tortuguero, haciendo uso Daryl de su motor auxiliar eléctrico, con lo que el ruido se reduce considerablemente, haciendo que los animales no estén tan incómodos por nuestra presencia.
Vimos de todo, empezando por Garzas reales, pasando por monos araña, aulladores, nutrias, caimanes, lapas verdes, etc, etc, todo un espectáculo.
Después de la gratificante experiencia de la excursión, Daryl nos dejó en el embarcadero de su casa para que tomáramos el desayuno que nos habían preparado.
Una vez que lo hicimos, nos dimos un paseo por el pueblo y por la playa donde la noche anterior habían desovado las tortugas, viendo los rastros que éstas dejan en la arena cuando regresan al mar.

La playa es muy, pero que muy grande y esta repleta de nidos de tortugas y de restos de huevos eclosionados, por lo que hay bastantes moscas. Apetece darse un baño, pero es desaconsejable porque esta infestada de tiburones que se alimentan de las tortugas, y la verdad, solo de pensarlo se te pasan las ganas de meterte en el agua.
Después del paseo por la playa, nos vamos a comer los famosos camarones de Miss Miryam, que está junto al campo de fútbol del pueblo.
Nos atendió un camarero de lo mas simpático, Roberto, y pedimos los camarones, que vienen acompañados por arroz con coco, arroz con verduras, patacones, ensalada y unas Imperiales bien fresquitas para el calor sofocante.

Después de la comilona nos dimos otro paseo por el pueblo, para rebajar la comida y estuvimos comprando algunos recuerdos del Parque.

Después de unas risas, bastantes, y de unos cubatas nos fuimos a la cama, todavía riéndonos, jaja, de las parejas de baile de alguien.......
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